sábado, 3 de enero de 2015

Balance 2014: Historietas y Animación.


Un mundo de dibujitos y cuadritos


La producción de historietas y dibujos animados durante el año que pasó. Dibujantes en ascenso, revistas y películas. Los límites y los horizontes. Lo que se puede leer, lo que hay que ver.

Por Leandro Arteaga

Entre historietas y animaciones, la producción en Rosario destaca con aristas todavía parecidas. Vale decir, por un lado la creciente manifestación de dibujantes en formación y con trayectoria, por el otro la falta de una estructura que organice el panorama.
De todos modos, y a juicio de quien escribe, el ámbito con mejor coordinación es el de la animación. En ello tiene que ver el rol decisivo del Estado municipal, ya que es a través del Centro Audiovisual Rosario cómo se articula la Escuela para Animadores, que habrá de cumplir diez años de vida en 2015. De la EPA deriva la conformación y tareas varias que desempeña la Cooperativa de Animadores Rosario, de cuño independiente, compuesta por docentes y ex-alumnos de la Escuela, en 2009. De entre sus producciones se desprenden, como luminaria, las seis temporadas televisivas de Cabeza de Ratón (Canal 5), producidas junto al CAR.
Entre tales instancias, el nombre nexo es el de Pablo Rodríguez Jáuregui, director de la EPA e impulsor o partícipe de todo proyecto que implique dibujos animados. Con él, Diego Rolle y el grupo que la Cooperativa contiene. Durante el año transcurrido, dos largometrajes sobresalieron: La revolución de los colores (tercera película con protagónico de Cabeza de Ratón y troupe) y Guía de Rosario Misteriosa 2.
Ambas, a su vez, contenidas por marcos de celebración. La aventura de Cabeza de Ratón tuvo estreno en la primera Animaratón, desarrollada en teatro La Comedia durante el mes de marzo, organizada por la EPA y CAR. Entre títulos destacables como Anina (2013, Alfredo Soderguit) y El sol (2009, Ayar Blasco), el momento de relieve lo ofreció el rescate fílmico de las producciones animadas de Juan Oliva, Burone Bruché y Jorge Caro, realizadas en las décadas de 1940 y 1950. La exhibición fue musicalizada por la National Film Chamber Orchestra, de Fernando Kabusacki.
Por el lado de Guía de Rosario Misteriosa, la secuela continúa la estela abierta por el trabajo de 2009, la obra teatral –éxito de público-, y la capitalización de un proyecto de libro escolar inconcluso. Fue la película encargada de inaugurar la edición 21 del Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales Rosario. Así como oportunidad para un recuerdo mayúsculo, ya que el FLVR se preocupó por destacar la pérdida irreparable de uno de los animadores mayores de la ciudad: José María Beccaría (BK&Basta!), fallecido durante el mes de mayo.
Guía de Rosario Misteriosa 2 continuó su periplo por los Distritos Municipales, a la vez que obtuvo pantalla en los cines Monumental, Diana, y en Canal 5. Hay que agregar que, fiel a su política de divulgación, la película cuenta con descarga gratuita en http://www.rosariomisteriosa2.animadoresderosario.com.ar/. A propósito del FLVR, el premio Mejor Animación fue para De costumbres, de Pablo Cirilli, oriundo de Funes, con un manejo del timing que hace de sus gags una sucesión gradual, creíble, dramática. Está en Youtube, es imperdible.
El año dio a conocer también un cortometraje encantador, ganador del subsidio de Espacio Santafesino. Con el título La gallina clueca, la realizadora Maia Ferro logra una recreación de melancolía pop del barrio Refinería, circa años ’50, con reminiscencias directas al humor gráfico del gran Calé. Con estreno en Cine El Cairo, el corto significó una coproducción entre Cooperativa de Animadores y Tembe Colectivo Cooperativo, de Santa Fe. Por otra parte, tuvo su preestreno El oficio de Juan, de Estefanía Clotti, con producción de Avi Films. El cortometraje resultó ganador en el Concurso Infancias 2012 del Incaa.
La mención de Calé -lápiz rosarino sin igual de Buenos Aires en camiseta, en Rico Tipo- da introducción al tema historieta. Y acá el asunto es complejo. Desde este espacio se celebra la aparición de toda publicación, pero lo que también debe atenderse es al impulso de los propios dibujantes, ocupados en tareas editoriales. Son ellos los responsables de las mismas revistas en las que publican. Lo que evidencia un rasgo que no cambia, porque no hay -¿ni habrá?- editores.
Al respecto, un caso peculiar es el supuesto por la impecable edición que la Editorial Municipal ha realizado de Johnny Jungle, primera parte, de la dupla francesa Jean-Christophe Deveney (guión) y Jérôme Jouvray (dibujos). El álbum, premiado en el Festival de Lyon 2013, ha sido consecuencia de Crack Bang Boom y su homenaje a Francia. La buena noticia es que la tarea editora tuvo reconocimiento nacional, al ser elegida “Mejor Edición Argentina de Historieta Extranjera” en Comicópolis, Buenos Aires. Las paradojas son dos. Una y evidente: la edición es local pero de material extranjero. La otra: ¿se publicará la segunda parte de Johnny Jungle, ya publicada en Francia?
En todo caso, lo que debiera ser probable, pensable, es la existencia de un catálogo de historietas a nivel local (a la par de cualquier cómic, sea cual sea su procedencia). Pero también, ¿es el Estado quien siempre debe cargar con tales responsabilidades? Según lo visto y leído –desde revista Rita, la salvaje, financiada por la Municipalidad hacia 1991- pareciera ser que sí. A excepción de que sean los mismos dibujantes quienes tomen al asunto en sus manos.
En este sentido, si el salvavidas correspondiente a la década infame del ’90 fue el de la autoedición, de aquel panorama los historietistas supieron aprender. Hoy, alejados de la urgencia de los fanzines y diestros con las nuevas tecnologías, llevan a cabo ediciones cuidadas, de buen diseño, atractivas. El proyecto que se ha perfilado de manera señera es el de revista Términus, con Bruno Chiroleu y Gastón Flores (Editor y Jefe de Redacción, respectivamente). Durante el 2014 Términus sumó tres números más, a una colección que ya tiene siete ejemplares, con tiradas agotadas.
Términus desprende una variedad estética a atender sobre el desarrollo de la historieta en la ciudad. Además, cada número contiene colaboraciones nacionales e internacionales, junto a la sorpresa supuesta por el hecho de que muchos de sus dibujantes (rosarinos) trabajan profusamente en el exterior pero son desconocidos en su ciudad. La publicación ha logrado distribución nacional y colabora de modo recíproco con los sellos independientes Dead Pop, La Pinta y Salamanca, con quienes se presenta en las diferentes convenciones a lo largo y ancho del país.
El emprendimiento que es novedad lo significa Rabdomantes Ediciones, de César Libardi, eventual guionista y gestor de proyectos que le vinculan a la paradigmática AHI Rosario (Asociación de Historietistas Independientes). El sello ha publicado, hasta el momento, dos números de la antología Quimera, con numerosas participaciones y series locales. Además, Rabdomantes suma la edición paralela de álbumes, cuyo primer título ha rescatado el western Cándido, una de las primeras historietas del bonaerense Javier Rovella, autor de la popular tira Dante Elefante. Cándido fue realizado originalmente para Catzole, mítico fanzine porteño donde colaborara Salvador Sanz. De éste, Rabdomantes tiene en carpeta la publicación de Orgasmatrón, también de Catzole.
En otro orden, La Duendes es una editorial patagónica cuyo responsable, Alejandro Aguado, impulsa proyectos variados, con amor por el medio. Si bien con impronta rosarina, el álbum Legionarios: Los perros de Roma tuvo allí sello editor, a partir de una selección de dibujantes –mayoritariamente rosarinos- que el guión de Oenlao se ocupó de coordinar. La presentación del libro tuvo lugar en Crack Bang Boom. Y esto conduce al nudo del asunto. Porque, como ya es habitual, CBB fue notable y mantuvo el interés multitudinario que congregó en las instalaciones del Centro de Expresiones Contemporáneas durante sus cuatro días de agosto.
Por un lado, los invitados ilustres, entre ellos el extraordinario Régis Loisel (Gran Premio de Angoulême), autor del laureado Peter Pan, y Yanick Paquette (La Cosa del Pantano). Junto al homenaje al rosarino Alfredo Grondona White, cuyo humor irascible continúa inalterable en el imaginario colectivo, con preferencia por las páginas de revista Humor. Además de ser un ámbito perfecto para la presentación de libros, la quinta edición de CBB sumó las mejores muestras y exposiciones: Retrospectiva de la obra de Eduardo Risso, Historietas x la Identidad, 75 años de Spirou, Tebeos (dedicado a la historieta española, presentada durante el festival de Angoulême 2012), Comics che passione! (sobre historieta italiana). Estas actividades se repartieron en Alianza Francesa, Parque de España, CEC, Plataforma Lavardén, C.C. Roberto Fontanarrosa.
Más la afinidad supuesta –si bien por fuera de CBB- por Batman & Superman: 75 años en figuras y coleccionables, con cabida en el Fontanarrosa. Así como la variación plástica y narrativa contenida en RompeCortázar (Espacio Cultural Universitario), con curaduría de Juan Sasturain, y la participación de notables como Lucas Varela, Pablo Túnica, Enrique Breccia, donde sobresalió la obra maestra que sobre “La noche boca arriba” realizara la mejor dupla posible: Carlos Sampayo y Carlos Nine.
A este recorrido hay que sumar la participación del dibujante Charles Berberian, de visita en Alianza Francesa y Escuela para Animadores, cuyo Monsieur Jean viene siendo publicado por La Editorial Común, de Liniers. También la EPA fue ámbito bienvenido para el ilustrador Oscar Chichoni, quien promete dar un Seminario intensivo durante el año que inicia. Chichoni, a recordar, es uno de los insignes portadistas que tuviera la revista Fierro original. Ahora se encuentra metido en pleno Hollywood, mano derecha creativa de todo proyecto de Guillermo del Toro.
De vuelta a CBB y afines, el nombre implícito en estos párrafos es el del dibujante y mentor Eduardo Risso, quien junto a su equipo (Juan Ángel Szama, Eduardo Santillán Marcus, David Alabarcez, Germán Peralta) y el CEC, han hecho de CBB no sólo un foco de encuentro para la historieta, sino una actividad ritual que sirvió de disparador al interés renovado de convenciones similares por todo el país. También y siempre Risso (ganador de los Premios Eisner, Harvey, Yellow Kid) porque en él se cifra el recorrido de muchos dibujantes locales con trayectoria internacional; entre ellos, Marcelo Frusin (Dargaud), Carlos Barocelli (Segni d'Autore), Francisco Paronzini (Magnetic Press), Damián Couceiro (BOOM!), Alejandro Aragón (Dark Horse), Germán Peralta (Marvel), Gonzalo Ruggieri (Heavy Metal), Leandro Fernández (Vertigo/DC). De Fernández hay que resaltar su reciente Luces y sombras, libro teórico/práctico en edición bilingüe editado por el sello argentino Dícese. Un trabajo que es, así como invaluable para todo dibujante, un reconocimiento al lápiz de tantos títulos Marvel.
El sello local Puro Comic Ediciones –responsable de ese hallazgo que es Far South, de Rodolfo Santullo y Fernández- está por sacar al ruedo, entre otras novedades, la colección Aprendimiento, dedicada al estudio de las historietas en Rosario y región; proyecto beneficiado con uno de los subsidios de Espacio Santafesino. Acá, por eso, otra vez el rol del Estado. Si se toma en cuenta la mayoría de las actividades referidas, se notará su incidencia insoslayable, necesaria. De lo que también se desprende –y se repite- que no debiera ser sólo suya tamaña responsabilidad.
Por último y otra vez, el nombre de José María Beccaría. Señor Calabaza al que se le recordará siempre, nunca suficiente. Si quien lee esta nota no ha visto, por ejemplo, Las aventuras del Osito que ve accidentes, recurra a Youtube y regálese un poco de humor burlón, iconoclasta, y lo más importante: sin “mensaje”. Nadie como BK.

Planeta 59 - Javier Galimany (Quimera)

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