lunes, 14 de enero de 2013

Life of Pi (2012, Ang Lee)


De extraordinario más bien poco


Por Leandro Arteaga

En algún momento más o menos inmediato, las que aparecen son las ganas de que –de una buena vez- comience la aventura. Es decir, ¿para cuándo el momento donde niño y tigre comparten un bote en alta mar? Porque para ello, primero, toda una moralina religiosa con la que condimentar. También en el desenlace. ¿Entonces?
Entonces lo acostumbrado. Una historia extraordinaria se asemeja a un cuento bíblico para niños y niñas. Con un héroe indio que, luego de caminar en la búsqueda de tantas religiones como sea posible, habrá de sobrevivir a una experiencia que le permita precisar que todas estas religiones son, justamente, posibles por necesarias. Y él las practicará a todas. En otras palabras, corrección política y de a montones. Es decir, once nominaciones para el próximo premio Oscar.
En el medio de tanta palabrería, la travesía. Plasmada desde un 3D de asombro, plena de situaciones terribles como bellas. Hay momentos muy azules. Otros verdes. También nocturnos. Con el Pacífico como gran escenario, ilimitado, feroz, capaz de engullir una embarcación completa, así como de guardar en su seno la magnificencia de una ballena, la dentellada de tiburones, la coreografía de delfines, un aluvión de peces voladores.
Todo esto como consecuencia del naufragio del viaje donde el joven Pi junto a su familia abandonan India para una nueva vida, con todos los animales del viejo zoo del padre abordo. De toda la tripulación, sólo Pi y el tigre sobreviven. La embarcación es pequeña y el hambre es mutua. Cada uno buscará marcar su territorio, a la vez que encontrar maneras de sobrevivir.
Ésta, a su vez, es la historia dentro de la historia, consecuencia del relato de un Pi adulto (Irrfan Khan) al joven escritor. Personajes para el inicio y el desenlace. En un entramado bien prolijo, que a nadie desconcierta, a la vez que construye un mensaje de “bienestar y sabiduría”. Porque, aquí sí, se trata de una de esas películas “con mensaje”. Lo que lleva a discutir con el cine precedente del taiwanés Ang Lee, al menos desde lo que suponen films notables como Secreto en la montaña o Bienvenido a Woodstock, entre otros. Allí había problemáticas, interrogantes; mientras que aquí todo se diluye en un cuento de hadas falsario.
Es decir, si se rememora El gran pez, de Tim Burton, se recordará cómo la película ponía el acento en su “verdad” (de brujas y gigantes) para ratificarla, porque la fantasía es parte constitutiva de lo que se dice es la realidad. Mientras que en el film de Lee será el mismo Pi quien aclare al espectador cuál es la verdad de lo narrado (con analogías explicadas), aún cuando parezca lo contrario, aún cuando diga creer en su tigre. Para culminar en un final “sorpresa” donde todo termina bien porque hay una familia construida.

Una historia extraordinaria
(Life of Pi)
EE.UU./China, 2012. Dirección: Ang Lee. Guión: David Magee, a partir de la novela de Yann Martel. Fotografía: Claudio Miranda. Música: Mychael Danna. Montaje: Tim Squyres. Intérpretes: Suraj Sharma,,Irrfan Khan, Adil Hussain, Ayush Tandon, Gérard Depardieu, Rafe Spall. Duración: 127 minutos.
Salas: Monumental, Showcase, Sunstar, Village.
5 (cinco) puntos

No hay comentarios: